Entendiendo el término de postmodernismo es aquella critica a la modernidad, se sitúa en el lado contrario de esta última como una oposición a su fracaso para renovar todo el mundo cultural del arte, aunque también pretendía afectar todos los campos que rige la vida del ser humano, pero tras su caída llega el postmodernismo con total cítrica y contradicción.
El postmodernismo se da después de la segunda guerra mundial con un nuevo escenario económico y social cuyas consecuencias también se reflejaron en las ideologías de las personas, alejándose de lo ya establecido como “normal”, es decir, de aquel protocolo y me atrevería a llamarlo aquel prefecto actuar del mundo.
Una de estas nuevas características la expresa el autor: “consistió en el paso de una sociedad basada en el trabajo y el ahorro a una sociedad basada en el binomio producción / consumo” P. 353 que trajo como consecuencia un cambio de valores como el esfuerzo y el trabajo por el humor y el juego. Es aquí donde las culturas pierden su autenticidad generando un aumento de la diversidad cultural.
La postmodernidad establece el concepto de lo Kitsch, se explica con el mundo eclético, totalmente sobrecargado, exagerado, mezclando arte con objetos de uso; ya son objetos artísticos con alguna apariencia y expresión de lo popular, es aquí donde la cotidianidad se mete en al arte y se convierte en un insumo para el diseñador.
En el diseño de productos se vivencia una afectación en la estética, ya que lo primordial es el gusto que genera al consumidor, por poner un ejemplo nombraremos el sofá Bocca, 1971 del Studio 65. Son productos innovadores y sin ninguna duda generan placer atreves de la percepción, pero al mismo tiempo son objetos poco funcionales.
Los diseños son creados con una intención de llamar la atención, es aquel diseño que quiere la mayoría del público, afirmando esto desde el autor: “los objetos como vehículos comunicativos, por lo que hay que cuidar especialmente sus dimensiones cultural, simbólica y emocional”, “los objetos deben transmitir mensajes y emociones a quien los contempla y disfruta” P. 362.
Para la estética de estos objetos, se utilizan materiales que ayudan a su factura aportando en algunos casos el color o ayudando a su función formal. La tecnología forma también un papel importante en este amplio mundo, ya que con su avance fomenta la creación de innumerables objetos de uso, creando una constante transformación de la estética.
Los objetos los conformaban mecanismo que el diseñador con su talento debía disimular para no afectar esta primera intención por la cual el objeto esta creado, como anteriormente mencionado su intención primordial es gustar y afectar la vida del consumidor para permanecer, generando más compra y consumo, donde se olvida de los valores más tradicionalistas.
El postmodernismo aún no ha llegado a su fin, lo podemos vivenciar en nuestro entorno, gobernado nuestra vidas; si miramos nuestra pantalla podemos ver rastros de la postmodernidad, como también en objetos tan sencillos como un reloj, que simplemente lo adquirimos por la primera impresión que tenemos de el sin ponerle la mínima atención a su función o al uso que le podemos dar, ya que en nuestro cajón podemos tener uno más de estos con diferentes estilos, colores y formas.
Esto nos confirma el mundo consumista y materialista en él nos desarrollamos, un mundo acelerado que se confunde entre lo real y lo ficticio, un mundo que se renueva con cada minuto, porque en cada minuto nace un nuevo objeto con mejores características que el anterior.
Bibliografia:
- Torrent, Rosalia. Marin, Juan M. historia del diseño Industrial, el diseño postmoderno y la década de los 80
- Wellmer, Albrech. Sobre la dialéctica de la modernidad y la posmodernidad. 1993
No hay comentarios:
Publicar un comentario